Cartas Redondas $30
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Bebemos litros de cerveza, fumamos cigarrillos y jugamos al truco. Lentamente oscurece en Villa Libertador. Fidel se pone más borracho cada hora que pasa. Uno casi no se puede acercar a él, y está absorto en su juego. Los otros me hacen señas para que vaya. Es raro que alguien que no es de acá venga, más si es extranjero. Directamente comienzan a hablar de su barrio. "Esto estaba vacío cinco años atrás, campo, tierra de pastoreo. Vinimos acá porque no tenemos que pagar alquiler", dice un chico. Ya tiene dos hijas que están corriendo por el barro. "Nosotros construimos nuestras casas, les pusimos agua, electricidad y televisión por cable. Todavía no pagamos por ello, pero eso puede terminar en cualquier momento". La televisión por cable es lo que me sorprende especialmente. Yo tendría que pagar 300 pesos por la conexión solamente. "Para mí, la televisión es muy importante", dice. "Nunca voy a la ciudad, trabajo a la vuelta de la esquina. Pero por lo menos sé qué pasa en otros lados".
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