Astronauta Encerrado $20
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Jonathan también vino. Es su primera vez. Es un niño pequeño y tímido. Pero corre hacia cada bolsa y la rompe, hace esfuerzos para imitar a sus padres. Es muy gracioso observar la escena. En media hora está completamente sucio. Lo subimos a la carreta, entre cartones y botellas. Muy bien protegido de la lluvia. Cuando estamos caminando enfrente a un edificio de departamentos, sale una mujer con comida para nosotros. Luego de que se va, Fidel me la ofrece. No tengo apetito entre estos tibios desechos. Jonathan, por otro lado, comienza a comerlo, sentado dentro de la bolsa. Continuamos nuestra ruta. Todo en la bolsa se mueve, y Jonathan y su comida están cubiertos de basura. Grita de placer. Aunque también debo reír, no es una escena para nada bella. Se cansa y se queda dormido. En la estación se despierta y comienza a llorar. El día, su primer día, el frío, la lluvia, el tren sin ventanas. Grandes lágrimas y mocos recorren su cara. Su rostro no tiene expresión alguna. Teresa no puede consolarlo.
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